viernes, 31 de julio de 2015

CONTENIDOS VALORATIVOS Y ACTITUDINALES DE LA TRANSVERSALIDAD




¿Por qué la transversalidad habla de contenidos valorativos y actitudinales? 


El enfoque curricular propuesto por la actual Reforma Educativa, marco en el que se encuentran los temas transversales, destaca la importancia de los contenidos escolares como instrumentos mediante los que cuales se va a contribuir al desarrollo integral del alumno/a.

Sin embargo, en ningún caso supone entender la enseñanza como actividad ligada únicamente a la transmisión conceptual, sino que su interés reside en establecer que los contenidos serán necesarios para facilitar en la población estudiantil una adecuada inserción en el medio social y una interiorización de aquellos valores sociales emergentes existentes que son necesarios para poder manejarse de manera apropiada en todos los ámbitos, sociales, familiares, laborales, etc.

Es por ello que la transversalidad genera modificaciones sustanciales en el ámbito de los contenidos educativos. Bajo tal dimensión innovadora, no se trata tan sólo de enseñar conocimientos o de manejar habilidades específicas, sino más bien de conseguir que las personas desarrollen capacidades con las que puedan comprender el mundo, reflexionando en torno a situaciones conflictivas y estableciendo un juicio moral propio y un posicionamiento concreto ante lo acontecido.

Es por ellos que el interés deja de centrarse una y exclusivamente en la asimilación de contenidos conceptuales transmitidos en el aula de clase, sino que se enmarca en la importancia actitudinal y valorativa, a la que los ejes transversales reservan un destacado lugar. Asumir esto significa, no solamente centrarse en los conocimientos técnicos o saberes científicos sino más bien en cambios de actitud y comportamiento de los individuos para llevarlos a mejorar su calidad de vida. Esto es de suma importancia porque en base a esto se desarrollaran conductas analíticas, críticas y reflexivas ante diferentes situaciones. 

“(…) No es suficiente con que el alumno conozca. Se requiere que, además, se mueva a la reflexión y a la acción, porque el sujeto humano no es sólo cabeza, sino también  corazón, manos y pies” (RODRÍGUEZ ROJO, M. 1995: 18). 

Si seguimos determinando el papel de la transversalildad nos damos cuenta que otorgar una ampliación en el contenido, que, no sólo habrá de referirse a aspectos cognitivos o intelectuales, sino también valorativos y actitudinales, que impulsaran un conocimiento fundamentado en la comprensión, con posibilidad  de comprometerse en la transformación de la realidad. 

Desde este punto de vista, el interés reside en dotar al individuo de capacidades mediante  las que pueda modificar situaciones de conflicto detectadas en el seno de la sociedad. 

En síntesis, los temas transversales, como novedosas propuestas educativas, pretenden traspasar la frontera de lo meramente cognitivo e intelectual, para identificar, en los contenidos actitudinales, ejes centrales de planteamientos emprendidos en materia de enseñanza. 

Ahora bien, aún a pesar de reconocer la importancia de estos últimos, supongo que en ningún caso pretenden eliminarse los conceptos, hechos y procedimientos, puesto que, en realidad, constituyen la herramienta intelectual que todo ser humano debe poseer. 

En cualquier caso, debemos ser conscientes de la importante modificación generada en los contextos escolares, que, además de pasar a ser verdaderos ámbitos de promoción de actitudes y valores, asumen el cometido de propiciar un desarrollo ético y moral en el alumnado.

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